Por fin, después de una larga espera, el Museo de Cine en Los Ángeles, California, abrirá sus puertas al público buscando ser el Partenón de todos los ya existentes alrededor del mundo.
Y tras algunos retrasos, el recinto dedicado al séptimo arte abrirá sus puertas al público el próximo 30 de septiembre para celebrar el pasado, el presente y el futuro del cine.
Y no es que la idea no se hubiera barajado; de hecho, desde que la Academia de Hollywood inició su andadura en 1927, presidida por Douglas Fairbanks, soñó con un museo dedicado a las películas.
En los años treinta llegaron las primeras ideas, pero no se materializaron hasta 1960, cuando un grupo de empresarios contrató al arquitecto William Pereira para diseñar un museo dedicado a Hollywood. Nunca llegó a construirse.
Medio siglo después, en 2012, la Academia anunció la compra del Saban Building, un antiguo centro comercial de 1938. En ese momento comenzó también una ronda de financiación que ha contado con aportaciones de nombres conocidos como Steven Spielberg, Barbra Streisand, Laura Dern, Eva Longoria, Tom Hanks y Bob Iger. Ponerlo en marcha ha costado 400 millones de dólares.
Ahora ya materializada la idea, el museo presenta un amplio panorama de más de un siglo de películas de todo el mundo. Entre los tesoros que alberga están los vestuarios de Drácula, de Bram Stoker, un orco de El Señor de los Anillos, el anfibio de La forma del agua, y los droides C-3PO y R2-D2 de La Guerra de las Galaxias. Además de una colección invaluable que incluye: 12 millones de fotografías, 190 mil artículos de cintas clásicas, 80 mil guiones, 50 mil pósteres y 20 mil diseños y bocetos.
Además, podrás encontrar piezas más antiguas, como un trineo "Rosebud" de Ciudadano Kane, del director Orson Welles, estrenada en 1941 y considerada una de las mejores películas de la historia.
Sólo tres de estos trineos de madera fueron fabricados. El director Orson Welles no estaba satisfecho con la primera toma, pero terminó de filmar después de que el segundo trineo fue lanzado a la hoguera en la escena climática de la producción, lo que significa que el tercer trineo no fue quemado y sobrevivió.
También se estrena una experiencia interactiva que permitirá a los visitantes recoger la preciada estatuilla con The Oscars Experience, en la que se podrá tener entre manos un Oscar auténtico.
Además de recoger la historia del séptimo arte, el museo busca plantear debates sobre el impacto del cine en nuestras vidas o el papel que ha jugado (incluso los errores que ha cometido) en diferentes épocas, en un momento que la pandemia catalizó cambios y transformaciones en la industria, más por el poder de los servicios de streaming.
Por su parte el realizador Pedro Almodóvar inaugurará las exposiciones temporales con una instalación que repasa su carrera a través de las temáticas que le obsesionan, como la familia, las madres, la culpa o la educación religiosa.
Otro de los protagonistas será el japonés Hayao Miyazaki, padre de Studio Ghibli, responsable de películas como Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, en una espectacular retrospectiva en Norteamérica de su obra.
Para celebrar la inauguración, también se organizarán proyecciones de películas destacadas en la zona de exposiciones principales; habrá un ciclo de cine de películas nominadas al Oscar, incluyendo Get Out (2017), El laberinto del fauno (2006) y Psicosis (1960), además del ciclo con la filmografía completa de Miyazaki.
La arquitectura del Museo de la Academia
El ganador del premio Pritzker en 2008, Renzo Piano, fue el encargado del diseño del proyecto.
Las obras consistieron en la restauración del edificio histórico antes mencionado, Saban Building. Entre las nuevas adiciones se encuentra una estructura esférica que conecta toda la edificación a través de un puente de vidrios.
Ahora, este centro incluye el David Geffen Theatre, con capacidad para mil asientos, y la terraza bautizada como Dolby Family, desde la cual se tiene una vista panorámica hacia las colinas.
“Esto es realmente hermoso para esta fábrica que es el cine, dejando que los decorados llenen ese recinto”, mencionó Jonathan Jones, socio de Renzo Piano Building Workshop y arquitecto del proyecto.
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