Así como ha sucedido con otros virus, el SARS-CoV-2 ha llegado para quedarse. Aunque esta nueva normalidad va a estar en constante cambio, logrando grandes pasos como cerrarle el paso al virus gracias a las vacunas, la pandemia continuará un rato.
Pero en muchos aspectos la covid-19 sólo ha acelerado el brinco tecnológico que nuestra sociedad ya buscaba desde hacía tiempo. Aunque era buscado, no significa que sabemos lo que hacemos, ha pasado tan rápido todo, que aún quedan muchas incógnitas, que parece que resolveremos con el tiempo.
Una de esas grandes preguntas es: ¿cómo se medirá el éxito de las películas?
No es ningún secreto que las plataformas de streaming son sumamente celosas con los números reales de visualizaciones, tomando como justificación que así protegen su data de los competidores.
Entonces, si realmente no podemos checar en ninguna parte los números reales de cada una de las plataformas, ¿realmente podemos creerles que fue un éxito rotundo?
Sobre todo ahora que Netflix, la principal plataforma, dio a conocer que considera una visualización cuando un usuario reproduce al menos dos minutos a un episodio de una serie, cuando antes tenía que ser el tiempo equivalente al 70% de un capítulo.
Aunque no se sabe a ciencia cierta a los cuántos minutos Netflix considera una visualización de una película, no parece que sea muy distinto a lo que se especula, tal vez un par de minutos más dependiendo de la duración del largometraje.
Pero vaya, no se necesita ser un experto en el tema para entender que esta métrica es una forma confiable de inflar números, sobre todo ahora que el mercado está lleno de competidores, y bastante fuertes como Disney+, HBO Max e incluso, Paramount+.
Y con esta métrica, sumada a que los números que dan no provienen de un informe que todos puedan comprobar, ¿realmente podemos confiar en que una cinta fue un éxito arrasador?
Tal vez con Disney+ y su propuesta on-demand para sus cintas más esperadas, podríamos tener un acercamiento más verdadero a si una cinta fue o no un éxito. Al final, hablamos de dinero, pero con los $30 dólares que gastas para ver Viuda Negra desde tu hogar, en realidad puede ser un visionado o puedes juntar a la familia completa. No hay manera en la que Disney pueda comprobar si una o diez personas vieron la película.
Y esto si tuviéramos los números, pero la casa del ratón cree fielmente en cuidar su data.
Entonces, estamos en una encrucijada y según los expertos, las métricas del streaming se asemejan a una red social. Ya que un video en redes sociales sólo necesita tres segundos para que se contabilice una visualización, y esto simplemente hablando de algo más cuantificable a, por ejemplo, el alcance que toma como engagement el mero hecho de que una publicación o tweet pase por tu timeline sin necesidad de haber leído el contenido.
Y claro, así como Facebook cobra la publicidad por los segundos que cuenta una visualización, el streaming contabiliza para sus números personales dos minutos de, por ejemplo, una película de tres horas y media como fue The Irishman, de Martin Scorsese, como una visualización. Vaya, no te quedaste para ver más que la introducción, y ya se le suma una reproducción más.
Claramente un sistema de compra de boletos en una sala de cine no es certeza de que ese alguien vio la película completa, pudo haber llegado tarde, no haber llegado, haber estado atento a su celular, en el baño o cualquier otra cosa humana que se les ocurra, pero sin duda, hay más probabilidades de que ese boleto que se vendió (sobre todo con los precios actuales) sea un indicador veraz de éxito.
Además, si tomamos en cuenta que muchas cintas que fueron creadas para ser un éxito en taquilla parece ser (en realidad, no tenemos ni idea) que no obtuvieron el dinero que esperaban. Sobre todo con los estrenos híbridos que le dan a la población la certeza de que “va a estar ahí en algún momento, para qué gastar”, al menos eso pensaría.
Así pues, a menos que las grandes productoras presionen a la industria del streaming para que sea más transparente con sus números o sea más consecuente con las visualizaciones, es posible que no tengamos un éxito del tamaño de Avengers: Endgame, al menos no si sólo tenemos como denominador al streaming.
Según un estudio de 2018, el streaming no está matando al cine, según el grupo de Economía y Estadísticas Cuantitativas de la multinacional Ernst & Young, que encuentra que las personas que van al cine en los cines con más frecuencia también consumen más contenido por streaming.
El estudio encontró, por ejemplo, que los encuestados que visitaron una sala de cine nueve veces o más en los últimos 12 meses consumieron más contenido de transmisión que los consumidores que visitaron una sala de cine solo una o dos veces durante el año pasado.
Es decir, el streaming es complemento del cine, al menos en 2018 cuando ni siquiera podíamos imaginar una pandemia. Posiblemente estos números bajaron muchísimo ahora, y con las salas abiertas pero trabajando al 30% de capacidad, las preguntas continúan.
¿Será hasta que alcancemos la inmunidad de rebaño que podremos estar listos para un trancazo taquillero como, por ejemplo, The Eternals? ¿Será que viviremos un tiempo con números sospechosamente altos?
Por el momento no hay respuestas, pero si esto continúa como parece que lo hará, será preciso encontrar nuevas formas de contabilizar el éxito cinematográfico. ¡Ah qué tiempos tan complicados!
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